lunes, 16 de abril de 2012

CONSEJOS PARA REGATEAR CUANDO VIAJAS

Cómo regatear: Consejos para negociar viajando

En muchos países es necesario regatear. En algunos, como en la India, debes regatearlo prácticamente todo, mientras que en otros, como en Japón, no se regatea casi nada. En medio tenemos países como los del sureste asiático (Tailandia, Vietnam, Malasia, etc.) en que regatear es esencial pero no tanto como en la India, donde pueden llegar a pedirte 100 veces el precio normal para un producto o servicio. El regateo es un arte y una obligación para el viajero independiente, ahí van algunos consejos:

1) Estudia los precios antes: Ten en cuenta e infórmate de los precios del país por el que viajas. Puedes mirar las guías, preguntar a otros viajeros o buscar por Internet pero es importante tener una idea de lo que valen las cosas. Si ya estás allí, puedes preguntar precios en diferentes tiendas y/o hostales sin empezar a regatear.

2) Haz saber al vendedor que tú tienes la sartén por el mango aunque él tenga la experiencia: Los vendedores viven de esto, han visto pasar a miles de compradores o viajeros como tú. Probablemente sólo con verte ya saben de dónde eres, cuál es tu presupuesto y qué puedes pagar. Recuerda que al final eres tú quién decide si compra o contrata un servicio, así que tú deberías dominar el juego. Hazle saber que has visto ese producto o servicio, (en caso de tours o trekkings), en otras tiendas o agencias y que si no lo compras allí lo harás en otro sitio.

3) Tómatelo con calma: Cuando alguien nos quiere vender algo muy rápidamente y ya nos ha puesto el objeto en la mano y nos pide el dinero es que nos está timando. Puede que nos esté engañando de mala manera con el precio o puede que nos esté vendiendo algo inútil. No tengas prisa y charla tranquilamente con el dependiente con tal de mejorar el precio y saber qué estás realmente comprando.

4) Ofrece como primer precio la mitad de lo que estás dispuesto a pagar: Esta es una buena manera de empezar. Calcula cuanto quieres pagar y ofrece la mitad de ello. También puedes ofrece una 1/3 parte del primer precio que te dice el dependiente. Por ejemplo, si el dependiente de dice 100, tú, para empezar ofrece 30 (ofrece mucho menos en India). Así tendrás más posibilidades de que el precio que acordéis finalmente sea el que tú querías.

5) Paga lo que te parezca un buen precio: Ten en cuenta los precios del país pero no busques pagar siempre lo mínimo de lo mínimo, es decir precio local o menos. Lo que tú ganas, en un mes o dos, posiblemente es lo que ganan ellos en un año así que paga lo que te parezca justo sin darle demasiadas vueltas. De alguna manera es justo que los turistas paguen un poco más en países en que todo es muy barato.

6) Vete como última opción y espera a que te llamen pasados unos metros: Este truco es el mejor. Si te parece que te están ofreciendo muy mal precio, vete. Si era verdad, seguramente el vendedor va a llamarte cuando te hayas alejado unos metros ofreciéndote un mejor precio. Si no es así, probablemente ya tenías una buena oferta, siempre puedes tragarte un poco el orgullo y volver.

7) Muéstrate confiado: Los vendedores son mejores actores que los de Hollywood. Aunque parezca que los estás apretando mucho (seguramente están jugando con tu conciencia), no pierdas tu confianza.

8) Muestra curiosidad primero por otros productos: Otra técnica es desviar tu interés hacía otros productos que parezcan más caros y que no tengas intención de comprar. Regatear por ellos y al final, decidir que son demasiado caros y preguntar por productos similares de una calidad menor, y, por tanto de un precio mucho más bajo.

9) Si sois dos podéis jugar el papel del comprador bueno/malo: Uno se muestra más simpático y abierto con el vendedor mientras que el otro más duro y directo con los precios.

10) Sé respetuoso y tómatelo con humor: Es básico hacerlo con una actitud positiva, bromeando, sonriendo pero siendo estrictos con el precio que queremos conseguir.

Tenemos que evitar faltar el respeto al comerciante con comentarios que puedan ofenderle sobre su cultura o país. O, por ejemplo, destacando la mala calidad de un producto o ofreciendo precios ridículos. Regatear puede ser divertido y quizás termines con una foto sonriendo con el vendedor, ¡Disfrútalo!

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